Todos hemos escuchado hablar de la sustentabilidad y solemos pensar en árboles, áreas verdes y un paisaje urbano que convive armoniosamente con la naturaleza. Sin embargo, más allá de las imágenes que nos llegan a la mente, muchas veces las investigaciones que apuestan por un verdadero desarrollo sustentable son muy distintas a cómo las imaginamos.
Por ello, te presentamos algunos de los proyectos que el ITESO alberga para el desarrollo sustentable, integrando no solo el uso adecuado de los recursos, sino también perspectivas sociopolíticas y económicas que amplían el panorama de lo que implica una verdadera relación sustentable entre el desarrollo humano y el bienestar del entorno natural.
Aprovechamiento de residuos
La mayoría de los residuos generados por procesos de la industria agroalimentaria contaminan y no son reaprovechados de ninguna forma. Por ello, la investigación «Evaluación de biorrefinerías avanzadas para la revalorización de residuos agroalimentarios de la ZMG», liderada por el investigador del ITESO Óscar Rojas, se ha encargado de buscar alternativas para el aprovechamiento de residuos y, de estos, obtener distintos productos de valor agregado como probióticos, vitaminas y enzimas, entre otros.
El proyecto, que recibió impulso económico del Fondo de Apoyo a la Investigación (FAI) en 2019, ha publicado en la revista de la Academia de Ingeniería Química y ha contado con la participación de más de 40 estudiantes del Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) Biorrefinerías avanzadas. Además, en las primeras etapas, colaboraron con académicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN (Cinvestav).
Durante el último año, se llevó a cabo la fase experimental, donde se pusieron a prueba las plataformas de producción de materias ácido-lácticas y de producción de levaduras probióticas, observando la tasa de crecimiento de los sustratos, su rendimiento, productividad y eficiencia.
Este semestre, se introducirán todos esos datos en plataformas de análisis para determinar si la biorrefinería reduce las emisiones de las empresas, genera beneficios económicos e incluso si captura cierto porcentaje de CO2 a través del uso de microalgas. Esta fase busca obtener las conclusiones generales de la investigación a partir del análisis de los resultados y prevé concluir en diciembre próximo.
Preservando el Bosque La Primavera
En 2008, el Bosque La Primavera fue víctima de un incendio que afectó 700 hectáreas de su territorio. A raíz de ello, se buscó realizar labores de restauración del ecosistema forestal que ayudarán a recuperar las propiedades del suelo. Años más tarde, surge el proyecto Bosque Escuela, actualmente encabezado por el profesor Hugo de Alba, que desde entonces se ha dedicado no solo a labores de restauración, sino también a la promoción de la educación ambiental y de la importancia que tiene el Bosque para la ciudad, su ecosistema y sus habitantes.
Después, las tareas de los voluntarios pasó de labores de restauración a investigación, realizando medición de variables meteorológicas, muestreo de suelos y de infiltración de agua, monitoreo de vegetación mediante el uso de drones y la elaboración de un inventario de árboles para calcular el nivel de captura de carbono, lo que permitió medir la recuperación del bosque. Sin embargo, derivado del incendio en abril de 2019, gran parte de las obras de restauración se perdieron. Tras la llegada de la pandemia, las actividades se detuvieron y se optó por formar un equipo de investigación que continuó con los diagnósticos y monitoreos a distancia.
En el último año, Bosque Escuela ha realizado materiales informativos, así como una base de datos de la flora, sistemas de información geográfica, mapas de puntos de calor en el área, rastreo de rutas de la fauna e identificación de aves.
La iniciativa pasó de ser un acto de respuesta a un proyecto de investigación enfocado a la restauración, preservación y educación ambiental, combinando de manera efectiva el análisis en laboratorio con el trabajo de campo. Este semestre volverán las salidas a campo con estudiantes, por primera vez desde el inicio de la pandemia.
Relación humano-medio ambiente
El Estado y diversos organismos internacionales se encargan de emitir y validar políticas dedicadas al desarrollo sustentable y la conservación del medio ambiente, pero ¿cuáles son los impactos que tienen en nuestra relación con el entorno y comportamiento socioambiental?
El proyecto «Conflictos ambientales en la periferia urbano regional» identifica y analiza las dinámicas socioeconómicas que, directa o indirectamente, son influenciadas por políticas públicas. «Este es un tema que no se ha definido bien en la literatura académica», señala David Vargas, investigador y líder del proyecto, «pues suele abordarse desde visiones demasiado amplias y abstractas, o demasiado locales y específicas, y no llegamos a comprender bien qué está pasando».
El proyecto recaba información sobre la forma en que las personas se relacionan con la naturaleza, a través de entrevistas y observación participante. Hasta ahora, ha trabajado en áreas naturales, ecoturísticas y manglares, especialmente en territorios de uso común. «Con la llegada de la privatización, a estos territorios comunes se les está aplicando un modo de conservación basado en organismos internacionales que genera conflictos y transforma las dinámicas socioambientales», explica el académico.
Como parte de sus resultados, en 2020 publicaron el libro Ecología política: turismo y conservación, que explica la dinámica de los actores involucrados en zonas naturales turísticas y las políticas de conservación, los juegos de poder que existen de por medio y su relación con el medio ambiente. «La sustentabilidad necesita ser más crítica y radical, en el sentido de ir más a la raíz de sí misma», finaliza David.
Medición de la calidad del aire
La investigación «Evaluación de impacto de política pública en temas de calidad de aire» se ha dedicado al análisis y medición de los efectos que tienen las estrategias del gobierno para solucionar la contaminación del aire en el Área Metropolitana de Guadalajara. Mediante una metodología cuantitativa, han generado pronósticos de la calidad del aire, determinando qué factores influyen en la emisión de contaminantes.
Este proyecto publicó a finales de 2021, un artículo en la revista Sustainability —en colaboración con el profesor Hugo de Alba y la profesora Gabriela Ochoa— donde analizaron el impacto de la contaminación en usuarios de transporte público.
A la par, los estudiantes de posgrado Edgar Hernández, de la Maestría en Ingeniería y Gestión de la Calidad, y Angélica Magallanes, de la Maestría en Ingeniería de Productos y Procesos, como parte de sus Trabajos de Obtención de Grado desarrollaron un análisis del impacto del sistema MiBici desde su implementación en 2015 hasta 2019, para evaluar si ha favorecido al medio ambiente en la ZMG y si vale la pena continuar invirtiendo fondos. En él también participaron estudiantes del PAP Biorrefinerías avanzadas, haciendo trabajo de campo, medición de variables ambientales, análisis estadísticos y simulaciones por computadora. Los resultados de este análisis fueron presentados por el profesor Carlos González, responsable de esta investigación, durante la International Conference on Air Quality – Science and Application, donde se reconoció la labor y su pertinencia en el contexto local.
No obstante, el proyecto está por terminar. En su última fase trabaja un capítulo para la SEMADET sobre la efectividad del plan PROAIRE, que se implementó del 2014 al 2020. Además, colaboraron en la redacción de un capítulo para una publicación de la Universidad de Guadalajara.