Imagina estar en un espacio donde un grupo de personas se comunican de una manera distinta a la tuya, donde las dinámicas de conversación no dependen principalmente de la voz, o donde, al intentar leer un libro, necesitas recurrir a tus manos en lugar de tus ojos. Esta es la realidad que viven miles de personas con discapacidad en espacios cotidianos como el transporte público, los lugares de trabajo e incluso las aulas universitarias.
Ante esta circunstancia, Sofía Morgenroth, egresada de la licenciatura en Psicología del ITESO y directora de Idélu, comparte su experiencia y cómo su acercamiento a personas con discapacidad la ha llevado a desarrollar metodologías para el aprendizaje del sistema Braille y Lengua de Señas Mexicana. En esta nota, relata el origen de su idea de desarrollar juegos de mesa que combinan la innovación con la empatía.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la discapacidad puede entenderse como cualquier restricción o impedimento para realizar actividades consideradas habituales para el ser humano. Estas limitaciones pueden ser temporales o permanentes y surgir de deficiencias físicas, sensoriales, secuelas de enfermedades o eventos traumáticos, como accidentes.
En México, según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) en 2023, la población con discapacidad alcanzó los 8.8 millones de personas. En el ámbito educativo, las cifras muestran que solo 46 de cada 100 personas con discapacidad, de entre 5 y 29 años, asisten a la escuela. Además, entre la población con discapacidad mayor de 15 años, el 14.9% no cuenta con escolaridad, en comparación con el 3.2% de la población sin discapacidad.
Sobre Idélu
Idélu es una empresa tapatía fundada en 2019 que se especializa en el desarrollo de metodologías educativas, inclusivas y lúdicas para personas con y sin discapacidad. Sofía Morgenroth, su fundadora, destaca que la misión de Idélu no es solo enseñar, sino también construir puentes de interacción entre las personas, a pesar de las barreras del lenguaje o los prejuicios.
Durante su proceso de formación en los Proyectos de Aplicación Profesional (PAP) del ITESO, Sofía Morgenroth conoció a una adulta mayor que había perdido la vista por glaucoma. Este encuentro despertó en ella un interés por desarrollar un método que le facilitara a esa persona aprender el sistema braille, a pesar de su avanzada edad.
“Yo ya sabía Braille, y recuerdo que busqué algún producto que fuera útil para ella, pero no encontré. Entonces me puse creativa y fui a varias jugueterías para ver qué podía adaptar y encontré unos cubos para aprender el abecedario”, comparte Morgenroth.
Así nació Kúbits, un primer proyecto que más adelante evolucionaría hacia la creación de juegos de mesa inclusivos, pensados y diseñados para que personas con y sin discapacidad, de todas las edades, puedan jugar juntas mientras aprenden sobre estos sistemas de comunicación.
Actualmente, los productos de Idélu incluyen materiales didácticos como tablas para aprender el abecedario en Braille, regletas, punzones y dos versiones del juego Sprooch (que significa “lenguaje luxemburgués»). Este es un juego de memoria diseñado para aprender Braille y Lengua de Señas Mexicana (LSM) de manera simultánea. Esta empresa también cuenta con el respaldo de la Desarrolladora de Empresas de Alto Impacto del Centro para la Gestión de la Innovación y la Tecnología (CEGINT) de ITESO. Este modelo de apoyo está diseñado para impulsar la creación de empresas viables, sustentables y escalables para que más personas emprendedoras como Sofía, puedan desarrollar su negocio de manera efectiva.
Además de su trabajo con juegos de mesa, Idélu ofrece servicios de formación y consultoría para educadores interesados en implementar prácticas inclusivas en el aula.
“En los profesores me parece que ampliar su conocimiento en temas de inclusión es clave. Aprender las bases del sistema Braille o la Lengua de Señas Mexicana no solo les permitirá comunicarse mejor, sino que también genera cierta sensibilización hacia la discapacidad. Lo importante es perder el miedo al acercarse con una persona sorda o con discapacidad visual y practicar” considera Sofía.
Recientemente, Idélu colaboró en el desarrollo del primer programa de inclusión en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL). Por medio de diferentes talleres, el programa ofreció actividades lúdicas e interactivas diseñadas para sensibilizar y enseñar sobre la discapacidad sensorial. Entre las actividades se incluyeron prácticas grupales para aprender las bases del sistema Braille y de la Lengua de Señas Mexicana, así como una muestra musical interpretada en LSM.
“El objetivo principal fue generar conciencia inclusiva de forma práctica y accesible. La respuesta del público fue muy positiva, y esto reafirmó mi compromiso por promover la educación inclusiva junto con la autonomía y la calidad de vida en personas con discapacidad y sus familias”, comentó uno de los organizadores.
En 2019, se elaboró la Estrategia de las Naciones Unidas para la Inclusión de la Discapacidad, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Esta estrategia tiene como propósito empoderar a las personas con discapacidad y proteger sus derechos humanos.
Fomentar la inclusión no solo beneficia a los estudiantes con discapacidad, sino que también enriquece la experiencia de aprendizaje para todos, e impulsa una educación más equitativa y accesible.
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