¿Cómo se investigan las emociones?

Avatar de Estefany Franco

En un mundo donde las emociones intervienen en nuestras decisiones, relaciones afectivas y dinámicas sociales, comprenderlas desde la investigación nos permite entendernos mejor. Tres académicas del ITESO comparten sus investigaciones desde las ciencias sociales.

Las emociones desempeñan un papel fundamental en la toma de decisiones, en las relaciones interpersonales y en la construcción de la sociedad. La investigación de las emociones en las ciencias sociales se ha vuelto un campo de estudio cada vez más relevante para conocer cómo estas influyen en las interacciones cotidianas, incluso en las preferencias políticas de las personas.  

A continuación te compartimos el trabajo de las académicas Rocío Enríquez, Yasodhara Silva e Itzelín Mata, quienes explican cómo se llevan a cabo investigaciones sobre las emociones en el contexto de las ciencias sociales. También te contamos sobre sus proyectos, los cuales se presentaron recientemente en el «VIII Coloquio de Investigación. Las emociones en el marco de las ciencias sociales: Perspectivas Interdisciplinarias”, un evento organizado por el ITESO, la Red Nacional de Investigadores en los Estudios Socioculturales de las Emociones (RENISCE) y la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala-UNAM.

Dra. María del Rocío Enríquez Rosas, investigadora numeraria del Departamento de Estudios Socioculturales y miembro del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores.

Emociones en el cuidado de la pareja 

María del Rocío Enríquez Rosas, del Departamento de Estudios Socioculturales, presentó su proyecto de investigación titulado “Cuidado recíproco y constelaciones emocionales en parejas compuestas por personas mayores”, el cual explora cómo las distintas emociones coexisten y promueven procesos de equidad en el cuidado mutuo en las relaciones de pareja.  

La académica María del Rocío destacó la relevancia de este tipo de investigaciones al señalar cómo las emociones desempeñan un papel crucial en las relaciones de pareja: “Me parece que es un campo que no solo aporta conocimiento, sino que aporta conocimiento pertinente en términos sociales y culturales. A mí me interesaba enfocarme en el cuidado dentro de la relación de pareja al estar social e históricamente asignado a las mujeres y no solo en situaciones de enfermedad o de algún problema de salud, sino cuidados cotidianos que tienen que ver con la compañía”. 

Financiado por el Conahcyt, este proyecto inició en 2018 como parte del macroproyecto de investigación “Intimidad y relaciones de pareja en la región centro-occidente del México contemporáneo: desafíos socioculturales”. Este trabajo involucra la colaboración de dos investigadoras de la Universidad de Guadalajara, una investigadora de la Universidad de Colima y una posdoctorante de la Universidad de Colima. La investigación consistió en la realización de entrevistas en profundidad a un total de 81 adultos en las ciudades de Colima y Guadalajara.  

Rocío Enríquez destaca que la investigación sobre emociones en el ámbito de las ciencias sociales es un campo emergente que ha adquirido relevancia en las últimas décadas, especialmente en América Latina. Además, enfatiza la importancia del trabajo colaborativo e interdisciplinario en la construcción de conocimiento. 

Dra. Itzelín del Rocío Mata Navarro, académica del Departamento de Formación Humana.

De la esperanza y resiliencia a la emoción como movilizador político 

Otro de los proyectos es el de la investigadora Itzelín del Rocío Mata Navarro, académica del Departamento de Formación Humana. Su investigación “Las emociones, el cuerpo y la resiliencia como resistencia política en el campo de la migración de mujeres centroamericanas en tránsito por México”, se enfoca en la vulnerabilidad de las mujeres migrantes centroamericanas, cuyo tema central es el cuerpo y su construcción social, donde el cuerpo no se considera como algo predefinido, sino constituido por instituciones como la escuela o los medios de comunicación.   

Su investigación indaga cómo estas mujeres enfrentan situaciones de violencia en sus países de origen y cómo la emigración se convierte en una forma de resistencia. A través del concepto de resiliencia, explora cómo estas mujeres transforman emociones como la rabia en un sentimiento de esperanza. Para llevar a cabo su estudio, colaboró con mujeres migrantes del albergue FM4 Paso Libre en Guadalajara, así como con el Instituto Madre Asunta y la organización Roca Salvación, los dos últimos ubicados en la ciudad de Tijuana.  

“Siempre trato de dejar muy claro el hecho de que son resilientes en el sentido de cómo pueden gestionar sus emociones. Transformar, por ejemplo, la violencia, la rabia, todo este tipo de emociones en esperanza”, detalló la académica. Además, destacó la complejidad de esta investigación, que involucra una comprensión política de las emociones en el contexto de la migración. También mencionó los desafíos que enfrenta como mujer en espacios tradicionalmente masculinizados.  

«Además está el tema del miedo y creo que ahí también hay cuestiones fundamentales cuando literalmente estamos hablando de supervivencia al detonarse la ansiedad o la depresión, entre otras. Todas estas emociones están ligadas, pues son mujeres que generalmente desarrollan ciertas estrategias de supervivencia”, explicó la también profesora. 

Dra. Yasodhara Silva Medina, profesora del Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos

Estudiar la desigualdad social a través del enojo 

Dentro de la investigación de las ciencias sociales, la desigualdad social ha ocupado un lugar central como objeto de estudio desde diversas perspectivas teóricas y enfoques metodológicos. Se han utilizado como referencia las disparidades en ingresos y riqueza, así como el acceso a los derechos sociales y su relación con la noción de justicia social.  

Yasodhara Silva Medina, profesora de la Maestría en Política y Analítica Públicas del Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos, ha participado en el Programa Internacional de Encuestas Sociales como parte de su formación académica. En su investigación “El enojo ante la desigualdad social en el Área Metropolitana de Guadalajara”, analizó una pregunta que se incorporó a partir de 2019 en el Observatorio Ciudadano Jalisco Cómo Vamos. Esta pregunta retomó el tema del enojo derivado de la injusta distribución social de recursos y del acceso a servicios como salud, educación, vivienda y otros recursos. 

Su interés en el tema del enojo surge de la idea de que una emoción como esta puede ser un movilizador político en términos de demanda redistributiva. A través de encuestas, la académica examinó cómo las percepciones de la desigualdad y el enojo están relacionadas, y cómo estos factores influyen en las preferencias políticas de los ciudadanos.

Esta encuesta se realiza cada dos años, y en la última medición, en 2022, se incluyó una pregunta para medir en una escala de cinco a diez el nivel de enojo ante estas situaciones. Esto le permitió utilizar los datos de las bases para analizar lo que está sucediendo en el Área Metropolitana de Guadalajara en relación con emociones como el enojo y la desigualdad social. 

“Para mí, el tema de por qué el enojo y no otra emoción es porque hay un planteamiento teórico que sugiere que el enojo puede ser un movilizador político. ¿En qué sentido? En el de la demanda redistributiva. Por eso se estudia el enojo, pero también se han estudiado otras emociones como el miedo, la tristeza, la ansiedad”, explicó Yasodhara Silva. 

También agregó que, aunque las investigaciones en emociones suelen ser cualitativas, su proyecto incorpora una perspectiva cuantitativa, lo que es menos común en este campo.  

En su participación en el coloquio, destacó la riqueza de compartir teorías y metodologías sobre las emociones y cómo esto enriquece al conocimiento de este campo de estudio. 

Finalmente, las académicas coinciden en que la importancia de la investigación sobre emociones en las ciencias sociales implica trabajar de manera colaborativa de principio a fin, lo que ayuda a fortalecer el diálogo interdisciplinario. Consideran que su mayor aprendizaje al trabajar en este proyecto y participar en el coloquio ha sido tomar cada vez más conciencia de que la investigación siempre se realiza de manera colaborativa y de que es una actividad inacabada, que siempre está en construcción.