Consejos para tener una conversación incómoda en el trabajo

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Conoce cómo puedes convertir una conversación difícil en una efectiva, donde cada persona aporte sus pensamientos.

Aunque las conversaciones incómodas en el espacio de trabajo son inevitables, manejarlas adecuadamente puede mejorar significativamente la dinámica y el bienestar del equipo. A continuación, te presentamos los consejos de un experto para abordar estas circunstancias de manera efectiva.

Esteban Bejarano es un asesor organizacional con más de 20 años de experiencia en gestión empresarial. Se especializa en el diagnóstico, diseño e implementación de estrategias en áreas clave como la experiencia del cliente y del empleado, marketing y ventas. 

Reconocido por su enfoque innovador y sus habilidades de liderazgo, Bejarano se destaca por su capacidad para crear culturas organizacionales basadas en la confianza y la colaboración. 

El experto sugiere que una técnica útil para mejorar nuestro estado de ánimo cuando llevamos a cabo una conversación incómoda es la expresión productiva. Esta técnica consiste en presentar nuestro punto de vista. Esta técnica promueve una comunicación abierta y constructiva, donde se valoran todas las opiniones.

Esteban Bejarano en su visita al ITESO. Foto: Roberto Ornelas Diseño: Rogelio Delgado

¿Cómo prepararse para un diálogo difícil? 

De acuerdo con el especialista, la tensión en conversaciones difíciles surge principalmente de la incertidumbre sobre el posible daño al vínculo entre los participantes. Para abordar esto, Bejarano propone la siguiente preparación: 

  • Preguntar el origen de la situación 

Antes de iniciar la conversación, es importante preguntarse: ¿Cuál es la intención? ¿Qué pasó para que una situación se convirtiera en una charla? 

  • Conocer la perspectiva de la otra persona 

En este sentido vale la pena preguntarse: ¿Qué información tiene la otra persona que yo no poseo? ¿Qué piensa sobre esta circunstancia? Esta preparación te permitirá abordar el tema con empatía y comprensión hacia el punto de vista de la otra persona. 

  • Establecer un lugar apropiado para llevar a cabo la conversación 

Elige un entorno físico favorable, donde ambas personas puedan hablar sin interrupciones y dispongan de tiempo suficiente. Un espacio tranquilo y neutral puede ayudar a reducir la tensión y fomentar una conversación más productiva. 

¿Qué hacer durante la conversación?


No se trata de convencer al otro de que tenemos razón, sino de ayudarles a entender por qué pensamos de cierta manera.


  • Expresar la propia perspectiva 

Al comunicar tus pensamientos y sentimientos sé claro, honesto y respetuoso. Evita culpar o atacar, y en su lugar, utiliza declaraciones en primera persona para explicar cómo te sientes en ese momento, por ejemplo; “Yo considero que…”, “Lo que yo he percibido es…” 

  • Afrontar la situación de manera conjunta con tu interlocutor 

Busca soluciones creativas que satisfagan las necesidades de ambas partes. Plantea preguntas como: ¿Cómo podemos resolver esto juntos? ¿Qué opciones tenemos que podrían funcionar para ambos?

  • Crear un contexto de respeto mutuo para la conversación 

Establece un ambiente de diálogo donde ambas partes se sientan escuchadas y valoradas. La comunicación debe ser bidireccional, con espacio para que todos expresen sus preocupaciones y sugerencias.  

¿Qué sigue después? 

  • Buscar una solución  

Como participante plantea la manera de llegar a una solución de manera conjunta y que sea efectiva para ambos. Para alcanzar este objetivo se puede pensar en preguntas cómo: ¿Qué podemos hacer? o ¿Cómo podemos mejorar estos aspectos? 

  • Ser consciente de tus emociones 

Es importante darse un tiempo para pensar cuáles son las emociones antes, durante y después de haber tenido esta conversación. Además, es esencial aprender a gestionarlas adecuadamente. 

Seguir estos consejos no solo facilita el manejo de conversaciones difíciles, sino que también fortalece las relaciones laborales, promueve una cultura organizacional saludable y mejora la capacidad de toma de decisiones en situaciones complejas. Aplicar estas técnicas te permitirá transformar momentos incómodos en oportunidades para el crecimiento y el entendimiento mutuo.