Mario Gutiérrez Vega, comunicador egresado de ITESO, estuvo a cargo de la investigación detrás de Una Película de Policías, un híbrido que navega entre el documental y la ficción descubriendo una realidad de salarios bajos, pago de mordidas, falta de atención médica, poca preparación y una corrupción que enferma al sistema policial mexicano.
Estrenado en Netflix en noviembre pasado y dirigida por Alonso Ruizpalacios, Una Película de Policías no es una película de ficción, es un universo ficcionado. Incluso podría considerarse, entre muchas otras cosas, una película de acción. Tiene una estructura que se aleja del documental clásico y juega con las expectativas, pero siempre en diálogo con la realidad.
En entrevista con Mario Gutiérrez Vega, comparte para Saber ITESO que, en principio, la idea original fue hacer un documental sobre lo que sucede en ministerios públicos y llevar hacia una reflexión sobre la corrupción e impunidad en México. Pero cuando el director, quien venía del mundo de la ficción, se unió al proyecto, el planteamiento inicial cambió y el enfoque aterrizó en la policía municipal.
El proceso de investigación se llevó más de dos años en el que se hizo un periodismo «puro y duro», realizando entrevistas con Teresa y Montoya, una pareja de expolicías que narraron su experiencia dentro de la corporación y quienes dieron origen a los personajes protagonistas. Así como horas de lectura, entrevistas y viajes por Ciudad de México, Estado de México, Sinaloa y Morelos.
«Primero fue la investigación con la óptica inicial, luego el aterrizaje en la policía municipal, después encontramos a los personajes y ya con ellos Alonso y David Gaytán escribieron el guion. Todo lo que ves al principio de la película está basado en un guion, que a su vez toma partes de las entrevistas. Desde el parto en el que Teresa ayuda a una mujer dar a luz, hasta los problemas con el diputado por los que ambos abandonan la corporación», explica Mario.
En su experiencia, el mayor reto de la investigación fue acceder al mundo cerrado de la policía, pues las corporaciones son recelosas con sus prácticas y «no les gusta que un periodista o documentalista se presente con una cámara encendida a ver qué está pasando».
Una de las apuestas del proyecto fue el proceso inmersivo que vivieron los actores Mónica del Valle (Teresa) y Raúl Briones (Montoya), al entrar a academias policiales para entender desde dentro la cultura de la institución. «La apuesta es que, así como los actores vivieron ese cambio de perspectiva, el ciudadano también pueda quedarse con la idea de que existen toda clase de policías».
Si bien la investigación estuvo a su cargo, Gutiérrez Vega asegura que tuvo buenos asesores como los académicos Ernesto López-Portillo, miembro de la IBERO Ciudad de México experto en seguridad pública y reforma policial; y María Eugenia Suárez, antropóloga especialista en temas relacionados con culturas policiales. Ellos aportaron que la historia no cayera en clichés ni perdiera de vista lo importante, «que la corporación policiaca está conformada por individuos que son capaces de ejercer autocrítica», afirma.
El investigador reconoce que en el camino se va ficcionando el universo para volver la película interesante, pero sin perder el fondo de la historia, «con la ficción siempre al servicio de la realidad», agrega.
En esta búsqueda por encontrar nuevas narrativas este tipo de películas suelen no encontrar sus espacios. «Le fue muy bien en varios festivales y en otros no. Cuando compite en la categoría de documental al jurado dice que no es documental, y cuando lo inscribes a ficción pasa lo mismo», agrega Mario.
El documentalista reconoce que el propósito de hacer esta película fue poner a discusión la idea de que es necesario recomponer la relación entre policías y ciudadanos para dejar de verlos como entes ajenos a la sociedad. «Que el cine documental también sirva para mostrar la realidad del país desde distintas perspectivas y con ángulos novedosos», apunta.
Para cerrar, el periodista agrega que «ficcionar desde la realidad es lo mejor que le puede pasar a la ficción y al documental. La base del documental es la realidad y mientras más pura y bien contada la encuentres, más a tractiva será».
Sobre él…
Mario Gutiérrez Vega estudió Ciencias de la Comunicación en el ITESO, es periodista e investigador en cine documental. Sus inicios fueron en 2009 con De Panzazo, un documental sobre la educación en México de Juan Carlos Rulfo y Carlos Loret de Mola. Ha trabajado en distintas producciones como el corto documental Lorena, la de pies ligeros y Familia de Medianoche, ambos disponibles en Netflix.
