Por Catalina González Cosío
Coordinadora de Divulgación y Difusión Académica
En las últimas décadas, se ha observado un crecimiento económico sin precedentes, especialmente en los países denominados emergentes. A pesar de este progreso, algunas de las cifras que reflejan la realidad de la pobreza en la actualidad siguen siendo escalofriantes, lo que demuestra que aún estamos lejos de alcanzar la eliminación de desigualdades moralmente inadmisibles, tanto a nivel de las naciones como en el panorama internacional.
De acuerdo con el documento “La promoción de la justicia en las universidades de la Compañía de Jesús” del Secretariado para la Justicia Social y la Ecología de la Compañía de Jesús (2014), muchas de las sociedades en las que se encuentran las universidades de la Compañía enfrentan crecientes desigualdades, pobreza, exclusión y falta de empleo suficiente, de calidad y bien remunerado. La labor de una universidad desempeña un papel crucial en la promoción de la justicia a largo plazo: su educación formativa influye en el desarrollo personal de los estudiantes. Al mismo tiempo, a través de la investigación que realiza puede identificar las causas estructurales de la injusticia y proponer mejoras significativas para las personas desfavorecidas, incluso alzar la voz contra la injusticia. Las instituciones universitarias operan, por su misma naturaleza, en un entorno de relaciones sociales donde ejercen una fuerte influencia debido a su propia cultura interna y el modo de enfrentar la realidad (Secretariado para la Justicia Social y la Ecología, 2014).
Por lo anterior, es necesario que las universidades de la Compañía contribuyan con sus investigaciones a la solución de los problemas humanos. Una universidad católica jesuita no puede contentarse con criticar y diagnosticar los grandes problemas de la humanidad, sino que su misión es dialogar entre diferentes disciplinas para identificar y proponer alternativas que conduzcan a una sociedad sostenible y verdaderamente humana (Nicolás, 2010). De esta manera, la universidad puede adquirir un rol social distintivo, por medio del cual ha de “convertirse en una fuerza cultural, que defiende y promueve la verdad, la virtud, el desarrollo y la paz en esa sociedad” (Nicolás, 2010, como se citó en Promotio Iustitiae, nº 116, 2014/3, p. 37).
Promover la justicia implica transformar la cultura y generar nuevos productos y síntesis culturales que contribuyan a mejorar las condiciones de la sociedad. Un elemento central en este proceso es la divulgación del conocimiento, que forma parte del compromiso social en la promoción de la justicia.
La divulgación del conocimiento es un elemento esencial para el ejercicio de la intervención social y la creación de alternativas. Promover la justicia conlleva una preocupación primordial por los pobres en la defensa de sus derechos, al reorientar hacia ellos los recursos materiales, culturales y espirituales que, por lo general, benefician de modo constante y preferente a las minorías privilegiadas. Las universidades jesuitas tienen la capacidad de contribuir a la defensa de los pobres, pero también pueden convertirse en instrumentos que amplíen las desigualdades, pues corren el “riesgo de concentración del saber, exclusión de los débiles y agrandamiento de las diferencias” (Kolvenbach, 2000, como se citó en Promotio Iustitiae, nº 116, 2014/3, p. 38).
Con esta perspectiva, se plantea la importancia de la comunicación del conocimiento científico. Partimos del principio de que la universidad es el lugar adecuado para difundir propuestas de vida y justicia derivadas de la reflexión académica. La universidad se convierte, así, en un ágora pública desde la cual entablar un diálogo con la cultura contemporánea.
En conclusión, la divulgación del conocimiento es esencial para mantener a la sociedad informada y comprometida. Compartir el conocimiento en un formato accesible enriquece la comprensión pública, promueve la toma de decisiones informadas y beneficia a largo plazo a la sociedad en su conjunto.
Referencias:
Secretariado para la Justicia Social y la Ecología (2014). La promoción de la justicia en las universidades de la Compañía. En Promotio Iustitiae, núm. 116, 3. Recuperado de: https://ibero.mx/sites/all/themes/ibero/descargables/coordinacion-identidad-mision/promocion-justica-uni-sj-promotio-ilustitiae.pdf
Kolvenbach, P. (2008).El servicio de la fe y la promoción de la justicia. Recordando el pasado y mirando al futuro. En Promotio Iustitiae, núm. 96, 2007, 3, pp. 9-18. Recuperado de: https://jesuitas.lat/uploads/el-servicio-de-la-fe-y-la-promocion-de-la-justicia-recordando-el-pasado-y-mirando-el-futuro/PETER%20HANS%20KOLVENBACH%20-%202007%20-%20RECORDANDO%20EL%20PASADO%20Y%20MIRANDO%20EL%20FUTURO%20PAG%209-18.pdf
Nicolás, A. (2010). Profundidad, universalidad y ministerio intelectual. Retos para la educación superior jesuita hoy. Compañía de Jesús. Recuperado de: http://www.sjweb.info/documents/ansj/100423_Mexico_ESP.pdf.