¿Cuántas veces, entre bromas de colegas, amigos y compañeros, surgen ideas de proyectos innovadores? Casos como YouTube, Facebook y otros grandes emprendimientos comenzaron con conversaciones informales que desataron la creatividad. En el ITESO, encontramos ejemplos como el de Karla Mendoza López y Karen Sánchez García, dos estudiantes de Ingeniería Mecatrónica, cuyas pláticas en el aula se transformaron en un proyecto para cambiar cómo cuidamos nuestros espacios verdes.
Todo comenzó en la clase de «Proyecto Mecatrónico: Modelado y Simulación en el periodo de primavera 2024. Karla y Karen se reunieron para discutir ideas y, lo que parecía un simple ejercicio, pronto se convirtió en una solución para un problema cotidiano: la limpieza de los parques. Como amantes de los perros, ambas alumnas compartían la experiencia de caminar con sus mascotas y enfrentarse al desagradable escenario de encontrar desechos de otros perros. Así nació la idea de un dron que ayudara a mantener limpio el espacio público.
El equipo decidió llamar a su creación Robopoop. Aunque al principio el nombre les pareció un poco simple, rápidamente se dieron cuenta de que capturaba la esencia de su misión: proteger el medio ambiente mientras ayudaban a la comunidad. “El nombre Robopoop nos pareció creativo y lo elegimos simplemente porque nos gustó. Luego nos dimos cuenta de que, para un póster de ingeniería, los nombres suelen ser más elaborados, pero sentimos que este nombre atraía la atención de la gente”, detalló Karla Mendoza López.
El equipo ideó un prototipo de dron para detectar excremento de perros. La propuesta consiste en que el dron escanee el área y, al localizar un desecho, baje para rociar un biodigestor que elimina bacterias y deshidrata el material, evitando así daños al ambiente. Además, se planeó que regrese a su base después de su recorrido y que pueda programarse para operar en horarios específicos.
Luis Luque, su entonces profesor de clase, reconoció el potencial del proyecto y propuso a Karla y Karen participar en el Primer Congreso de Ingenierías del Sistema Universitario Jesuita. Sin expectativas de un reconocimiento, se sorprendieron al ser seleccionadas para presentar su póster. La experiencia de compartir espacio con otros proyectos innovadores fue enriquecedora y alentadora para las estudiantes: “Fue una gran sorpresa cuando nos escogieron para participar en el Congreso. Era la primera vez que se hacía y fue increíble ver tantos proyectos interesantes de diferentes áreas de la ingeniería. La experiencia fue muy enriquecedora, ya que interactuamos con personas con diferentes puntos de vista y formas de pensar”, compartió Karen al relatar cómo fue referente a cómo llegaron a participar en el congreso.
El esfuerzo dio frutos, ya que obtuvieron el tercer lugar en la categoría de posters de Electrónica, Biomédica y Mecánica. Aunque no hubo premio económico, el trofeo impreso en 3D simbolizó el arduo trabajo y la dedicación que invirtieron en Robopoop. Además, su proyecto fue exhibido en el Future, Innovation and Technology FIT Fest 2024, organizado por la empresa Bosch.
“Creemos que el proyecto tiene mucho potencial, pero estamos a la mitad de la carrera y queremos seguir aprendiendo para poder desarrollarlo al máximo. No queremos apresurarnos; preferimos estructurarlo bien y aprovechar el feedback que hemos recibido. Además, queremos enfocarnos en perfeccionar el proceso que hemos creado”, concluyó Karla referente al futuro del proyecto.