Los compromisos de las universidades jesuitas ante los desafíos ambientales en América Latina

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Representantes de la AUSJAL comparten cómo desde la educación, la investigación y la vinculación, las universidades jesuitas proponen alternativas económicas, sociales y ambientales para enfrentar la crisis ecológica y social que amenaza a nuestro planeta.

El padre general, Arturo Sosa SJ, define a las universidades jesuitas como «proyectos de transformación social que se mueven hacia los márgenes de la historia y la vida humana para generar vida nueva». Al día de hoy, podemos afirmar con conocimiento de causa que esta tarea colectiva y transformadora, la cual busca «generar vida nueva», se enfrenta a un reto derivado de una profunda crisis ecológica y social nunca vista: la destrucción a escala global de la vida.

Por su parte, en la encíclica Laudato Si, el papa Francisco la califica con gran precisión como una crisis «socio ambiental». Al respecto, también la Organización de las Naciones Unidas se ha manifestado al denominarla «triple crisis ambiental»: calentamiento global, contaminación y pérdida de biodiversidad.

La gran aceleración, desencadenada en los últimos 50 años a causa de la globalización y el desarrollo económico, representa una amenaza para la vida en un nuestro planeta y al mismo tiempo la coloca en un escenario insostenible. Como suele ocurrir en cualquier situación de crisis, casi siempre afecta a los más vulnerables y a los que menos recursos tienen. En palabras de Arturo Sosa SJ, superior general de la Compañía de Jesús, se trata de aquellos que están «en los márgenes de la historia y la vida humana».

Ante esta realidad, tal y como señala el padre Luis Arriaga SJ, presidente de la AUSJAL, la tarea de las universidades jesuitas «consiste en penetrar la realidad, descubrir las raíces de la injusticia y contribuir a proponer alternativas económicas, sociales y ambientales». Esta labor se concreta con la articulación de proyectos y soluciones a nivel local, regional y global. En lo local, las universidades jesuitas trabajan desde los ámbitos de la educación, la investigación y la extensión, al integrar la dimensión de cuidado del ambiente de manera transversal en sus planes estratégicos y en las distintas carreras que ofrecen. Esto se materializa en iniciativas que van desde cursos de sensibilización de los problemas ambientales hasta proyectos de investigación —algunos son interdisciplinares— que buscan generar soluciones a problemas complejos causados por el deterioro ambiental. Pero también existen propuestas relacionadas con la extensión, las cuales consisten en proyectos de servicio a la comunidad en toda América Latina.

Un ejemplo de cómo nuestras universidades trabajan por la justicia socioambiental desde la extensión universitaria es el proyecto: El liderazgo ambiental comunitario: una iniciativa de extensión social universitaria, diseñado por la Universidad Católica Andrés Bello que, con base en un diagnóstico compartido de los problemas ambientales, capacita y acompaña a las comunidades mediante un proceso de empoderamiento que ofrece talleres de trabajo con dimensiones formativas, de diagnóstico y de diseño de intervenciones para proponer soluciones a problemas ambientales comunitarios.

Debido a la dimensión regional y global de los problemas ambientales, las universidades jesuitas de América Latina trabajan en red. Por eso existe la Red de Homólogos de Ambiente y Sustentabilidad de la AUSJAL (RAS), integrada por 22 universidades de 11 países de Latinoamérica. La intención de esta plataforma es fortalecer el intercambio de experiencias relacionadas con temáticas ambientales, además del desarrollo de proyectos comunes a las universidades confiadas a la Compañía de Jesús en Latinoamérica.

Por ejemplo, en uno de los proyectos de la RAS se fomenta el uso y actualización del texto virtual Healing Earth [en español, Sanar la Tierra]. Se trata de un texto digital de libre acceso sobre ecología integral, en el que se desarrollan temas relacionados con problemas ambientales. En este proyecto se incorpora la ciencia, la ética, la espiritualidad y se invita a la acción, por medio de estudios de casos. En la RAS se incentiva a los participantes para que el texto se actualice por medio de casos investigados por universidades latinoamericanas, también se promueve el uso de este texto por medio de capacitaciones a los docentes de las universidades de la RAS.

Asimismo, la RAS coordina espacios para compartir conocimientos acerca de la gestión ambiental de los campus universitarios. Esto ha resultado muy enriquecedor, ahora es posible intercambiar experiencias, identificar sinergias y aprender de otras universidades hermanas. Por ejemplo, se han abordado temas como gestión y conservación del agua; eficiencia energética y huella de carbono; movilidad y transporte sustentable; manejo integral de residuos; y gestión de áreas verdes. Además, para que esta labor trascienda más allá de las universidades que participan en la RAS en el manejo de los problemas ambientales, se ha trabajado en una propuesta de indicadores ambientales. El propósito es que se utilicen en la autoevaluación de todas las universidades de la AUSJAL con el fin de que mejore nuestra interacción con el medioambiente.

La dimensión regional y global de la RAS, dedicada al problema ambiental, trabaja también en proyectos con voluntad de incidencia como la investigación «Corrupción y ambiente en Latinoamérica» con la que se intenta aunar esfuerzos para analizar y visibilizar este problema endémico en nuestro continente.

Estas y muchas otras iniciativas son resultado de una institucionalidad que reflexiona sobre los problemas de interés común y que se esfuerza por actuar en ellos; siempre con un espíritu incansable y con la encomienda de ir más allá de la meta. Finalmente, el propósito es llegar hasta donde se pueda lograr un bien colectivo y al servicio de los que más lo necesitan.

Sobre los autores

Anna Cristina es decana de la Facultad de Ambientales y Agrícola de la Universidad Rafael Landívar. Es licenciada en Biología y maestra en Estudios Ambientales por la Universidad del Valle de Guatemala.

Nicolás es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra, es magister en Relaciones Internacionales por el Instituto Ortega y Gasset y en Sociología Política por la London School of Economics. Actualmente es docente en la carrera de Trabajo Social en la Universidad Católica del Uruguay.