Pensar desde una perspectiva más amplia que conciba a la naturaleza y sus recursos, no como productos o transacciones mercantiles, sino como bienes inapropiables; fue el tema central de la conferencia Imaginarios del Agua en Chile: entre el mercado, el bien común, las cosmovisiones de pueblos originarios y el rol de las universidades en busca de la paz.
El evento fue convocado por el Seminario Permanente en Estudios del Agua y el nodo articulador Agua para la Vida del ITESO. La conferencia estuvo a cargo de Robinson Torres Salinas, académico del departamento de Sociología de la Universidad de Concepción, quien ha pasado los últimos 15 años estudiando la crisis hídrica en Chile.
Al inicio del evento, la investigadora Susana Herrera señaló que «los problemas de agua que atañen al país están atravesados por la injusticia, la inequidad y la violencia, y, por lo tanto, esforzarnos para resolverlos es contribuir a la búsqueda de paz». La también coordinadora del Seminario mencionó que la brújula de estos nuevos imaginarios deben ser los derechos humanos, la justicia ambiental y la sustentabilidad.
La conferencia comenzó con la contextualización del actual manejo del agua en Chile que, como afirma Robinson Torres, se ha convertido en un commodity pues predomina una visión mercantil de la naturaleza.
En Chile, los ríos, lagos y bosques están privatizados. El agua y los demás recursos naturales tienen dueño. Situación que data de la Colonia y que, aunado a la sequía que azota al país desde 2009, no ha hecho sino agudizar el problema hídrico social en las últimas décadas. Según las estadísticas, un millón y medio de chilenos no tienen agua, especialmente en zonas rurales.
El surgimiento de movimientos de resistencia —algunos en los que participa el conferencista — buscan una gestión del agua que sirva al bien común y que revalorice la naturaleza ante nuestros «imaginarios cambiantes», tal como los nombró.
El punto central de la conferencia se situó en la necesidad de adoptar una cosmovisión más amplia que conciba a la naturaleza, no como una entidad mercantil y privada, sino como un bien común inapropiable. La propuesta Constitucional que se votó y rechazó ayer en Chile, declaraba en su artículo 134 que «el agua en todos sus estados es inapropiable». La nueva carta magna habría consagrado más de 100 derechos —entre ellos, el derecho a la vivienda, la educación, el aire limpio, el agua, la alimentación y la salud— más que cualquier otra constitución existente.
Robinson Torres comentó que a partir de la crisis climática la sociedad chilena atraviesa un proceso de revalorización de lo básico como el agua y la tierra. Esta revalorización quedó en evidencia con el estallido social ocurrido en octubre de 2019, cuando se manifestaron contra el modelo de mercado impuesto durante la dictadura, que mercantilizó todos los ámbitos de la vida social; el agua, la tierra, las pensiones e incluso el derecho la salud. «Fueron las demandas para tener una vida sostenible, pero una sociedad sostenible no puede basarse en el mercado», puntualizó el académico invitado.
En sus palabras, la actual crisis hidro social es una «transformación social profunda en cuanto a los significados sociales atribuidos al agua», y menciona factores de transformación determinantes como las sequías y la extracción de recursos a gran escala para exportación, en los que se sustenta la economía Latinoamericana. «Ahora hay menos agua y mayor extractivismo de los cuerpos de agua, que nos conducirán a conflictos territoriales», sentenció.
Para conocer más del tema del agua, sus problemáticas y posibles soluciones te invitamos a leer la edición no. 12 del suplemento Clavigero Luchas por el agua y justicia alternativa.
