¿Qué pasa en el cerebro cuando nos enamoramos? 

Avatar de Michelle Raible Quiñones

¿Por qué de repente nos llama la atención una persona, y tenemos la necesidad de verlo a cada rato? Más allá de la magia y el misterio del amor, hay una explicación científica detrás de esas mariposas en el estómago, la euforia y la obsesión.

Cuando nos enamoramos, nuestro cerebro se convierte en un festín de neurotransmisores y hormonas que activan circuitos de recompensa similares a los que se activan con las drogas. Pero ¿qué mecanismos entran en juego exactamente? En esta nota exploraremos cómo el amor altera nuestra química cerebral y por qué nos hace sentir tan intensamente. 

Primera fase: se encienden las luces de la atracción 

El proceso químico del enamoramiento empieza por la atracción, pero ¿qué es exactamente lo que nos atrae de la otra persona? Sabemos que cada persona tiene sus gustos personales al elegir una pareja; sin embargo, se sabe que nos sentimos atraídos por aquellas personas con sistemas inmunitarios diferentes al nuestro, y esto se debe a los complejos principales de histocompatibilidad (MHC, por sus siglas en inglés), un grupo de genes que desempeñan un papel clave en la respuesta inmune. 

Estos genes influyen en nuestro olor corporal de manera sutil, y estudios han demostrado que preferimos, de forma inconsciente, los olores de personas con un MHC diferente al nuestro.  

Esta preferencia tiene una base evolutiva: al elegir una pareja con un sistema inmunológico distinto, se incrementa la diversidad genética en la descendencia, lo que puede hacerla más resistente a enfermedades. 

Este mecanismo, aunque no es el único factor en la atracción, sugiere que el amor y la química entre dos personas pueden estar influidos, en parte, por nuestra biología sin que nos demos cuenta. 

El amor es pura química.

Fotos: Canva.

Dopamina: la droga del amor  

La dopamina es el neurotransmisor del placer y la euforia, activando un sistema de recompensa que nos hace querer estar con la persona amada. Curiosamente, funciona igual que con las drogas: cuando el efecto disminuye o se va, puede aparecer la tristeza, la ansiedad y la obsesión. 

Norepinefrina: la montaña rusa del amor  

Este neurotransmisor nos da el shot de adrenalina que acelera el corazón, nos hace sonrojarnos y ponernos nerviosos. Es el responsable de la euforia, la ansiedad y la falta de hambre o sueño cuando nos enamoramos, llevándonos a centrar toda nuestra atención en una sola persona.

Feniletilamina: la chispa del amor 

Esta sustancia intensifica el enamoramiento, potenciando la felicidad, el optimismo y la motivación. Prima de las anfetaminas, también está presente en el chocolate, lo que explica por qué lo buscamos tras una ruptura. ¡Puro apapacho emocional!

Segunda fase: sientes química y conexión 

La oxitocina: la hormona del apego 

Juega un papel clave en el enamoramiento ya que se libera en grandes cantidades durante los abrazos, las caricias y la intimidad, fortaleciendo el vínculo emocional y la confianza entre dos personas. Esta sustancia es responsable de la sensación de conexión y seguridad en la relación, ayudando a que el amor pase de la fase de euforia intensa a un vínculo más profundo y duradero. 

La serotonina: la hormona de la felicidad  

Aumenta cuando nos enamoramos, haciendo que incluso un simple mensaje de esa persona nos alegre el día. Curiosamente, la mayor parte de esta hormona se produce en el tracto gastrointestinal, lo que explica la sensación de “mariposas en el estómago”. Su función incluye el control del apetito, y su síntesis depende del triptófano, un aminoácido esencial presente en las proteínas. Además, nuestra microbiota intestinal influye en sus niveles, lo que indica que, más que mariposas, lo que sentimos podrían ser microorganismos en acción. 

Tercera fase: la chispa se acaba 

El enamoramiento estimula intensamente los sistemas de recompensa del cerebro, pero si la relación termina o no se ajusta a nuestras expectativas, los niveles de estos neurotransmisores disminuyen drásticamente, generando angustia y tristeza. Superar una ruptura requiere tiempo, y seguir en contacto con una expareja puede reactivar la química del amor, por lo que muchos psicólogos recomiendan el contacto cero. Además, cuando la intensidad química baja, podemos confundirlo con pérdida de amor, cuando en realidad es una transición hacia una etapa más estable, donde empieza la verdadera relación, entran en juego los valores y el compromiso a largo plazo. 

El enamoramiento es una experiencia intensa que transforma nuestro cerebro en un laboratorio químico, impulsándonos a sentir euforia, obsesión y apego. Sin embargo, esta tormenta de neurotransmisores no dura para siempre. Con el tiempo, los niveles químicos se estabilizan y es ahí donde el amor se redefine: más allá de la química, entran en juego el compromiso, la confianza y los valores compartidos.  

Entender cómo funciona nuestro cerebro en el amor nos permite vivir nuestras relaciones con mayor conciencia, ayudándonos a diferenciar entre una pasión pasajera y un vínculo auténtico y duradero.  

Para saber más…

España, Z. &. S., Schwarz, Z. &., & España, Z. &. S. (2022, 16 febrero). La química del amor: no eres tú, son mis neurotransmisores. ZS España. https://www.zschimmer-schwarz.es/noticias/la-quimica-del-amor-no-eres-tu-son-mis-neurotransmisores/ 

New evidence that the MHC influences odor perception in humans: a study with 58 Southern Brazilian students (Vol. 47). (2005). Pablo Sandro Carvalho Santos,Juliano Augusto Schinemann,Juárez Gabardo,María de Graça Bicalho. https://www-sciencedirect-com.translate.goog/science/article/abs/pii/S0018506X04002491?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=rq 

El amor puede olerse: Cómo influye el sistema inmunitario en la selección de pareja. (s. f.). https://spain.4life.com/corp/blog/details/3617/el-amor-puede-olerse-como-influye-el-sistema 

Polo, E. V. (s. f.). Por qué perdemos el apetito cuando nos enamoramos (entre otras rarezas). The Conversation. https://theconversation.com/por-que-perdemos-el-apetito-cuando-nos-enamoramos-entre-otras-rarezas-131240