Retos y oportunidades para la gestión de la innovación y el emprendimiento

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La tecnología como conocimiento aplicado es un gran reto para México, por ello, el ITESO impulsa la gestión para ayudar a las organizaciones a incorporar nuevas tecnologías socialmente pertinentes.

Al hablar de los retos y oportunidades para la gestión de la innovación y la tecnología es importante señalar la perspectiva económica desde la cual lo queremos abordar: ¿un enfoque que promueva la innovación y el emprendimiento teniendo como objetivo procurar el bien común? ¿Sí? Entonces hablamos de una economía social de mercado, considerando que el mercado es esencial, pero atendiendo también al desarrollo social y no solo a la rentabilidad individual (Pedroza Zapata & Román Morales, 2016). 

En la actualidad el conocimiento es reconocido como impulsor del crecimiento económico y de productividad. En la economía basada en el conocimiento, justamente este es el recurso más importante y el aprendizaje es el proceso base para su desarrollo (Gaona Rivera, Sierra Castillo, & González Gómez, 2017). 

La tecnología como conocimiento aplicado es un gran reto para México y el ITESO, que desde el CEGINT impulsa su gestión para ayudar a las organizaciones a incorporar nuevas tecnologías socialmente pertinentes. Organizaciones y emprendedores deben ser capaces de identificar y reconocer las tecnologías que requieren para generar ganancias que se inviertan en mejoras generales para la sociedad. Por esta razón es importante tener presente dos tipos de conocimientos: las necesidades sociales y de mercado, así como las posibilidades científicas y tecnológicas para atenderlas responsablemente. 

Durante este proceso, es importante que las organizaciones, identifiquen las tecnologías que deben incorporar en sus productos, procesos, servicios y modelos. De igual manera también deben definir de qué manera adquirirlas: 

  • ¿Por proyectos, invitando a expertos en el tema que transfieran el conocimiento mediante consultorías y capacitación?
  • ¿Con capacitación formal de personas que ya trabajan dentro de la empresa, estudiando maestrías, especialidades, diplomados?
  • ¿Con el apoyo de proveedores mediante la adquisición de paquetes tecnológicos?
  • ¿A través de la contratación de personas expertas en el tema como semilla para el desarrollo de un equipo de personas alrededor de este conocimiento?
  • ¿Mediante la alianza con otras organizaciones o emprendedores que ya dominan el tema?
  • ¿A través de la investigación y desarrollos tecnológicos con apoyo universitario?

O quizá una combinación de las opciones anteriores, considerando las condiciones de la organización y de quienes toman las decisiones. Todas las opciones anteriores tienen el común denominador de sumar nuevos conocimientos a las capacidades de la organización y a desarrollar el talento humano.

Y una vez que el nuevo conocimiento llega a la organización o al emprendedor, ¿ya habrá terminado la gestión de la innovación y la tecnología o debe continuar un proceso para compartirlo y conformar una nueva capacidad tecnológica en la organización? Lo recomendable y trascendente es que sea un equipo de personas quienes adquieran el conocimiento y sean capaces de reflexionar acerca de la mejor manera de utilizar las nuevas tecnologías, como una respuesta positiva ante el entorno y la realidad que la organización y la sociedad enfrentan.

Son dos procesos básicos de gestión tecnológica: la utilización de recursos para generar o adquirir nuevas tecnologías y posteriormente su aprovechamiento para obtener un beneficio social y/o económico.  

Las capacidades que la organización adquiere a través de la incorporación de la innovación y la tecnología son la base para diferenciarse del resto de las organizaciones y, por lo tanto, la clave de su competitividad. Es precisamente la formalización del conocimiento a través de la protección de la propiedad intelectual, que la organización adquiere un activo intangible que le permitirá realizar la transferencia, con o sin afán de lucro, del conocimiento de su propiedad, manteniendo el control del uso del conocimiento y evitando la apropiación indebida del mismo.

Referencias:

Gaona Rivera, E., Sierra Castillo, J. M., & González Gómez, D. X. (2017). Economía del conocimiento. CIMEXUS, XII(2), 65-82. 

Pedroza Zapata, Á. R., & Román Morales, L. I. (2016). Innovación y emprendimiento en América Latina. Desafíos y oportunidades de la región para sumarse a la sociedad del conocimiento: México. Programa Regional Políticas Sociales en América Latina SOPLA. Konrad-Adenauer-Stiftung, 167-187.