Ilustración de portada creada por Leonardo.ai
Por Cristina Ulloa y Karina Vázquez
Profesoras ITESO
La educación superior enfrenta el reto de formar ciudadanos capaces de responder a problemáticas globales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la crisis alimentaria y la inequidad social, entre otras. Para ello, es fundamental generar experiencias de aprendizaje interdisciplinarias que promuevan la participación activa de los estudiantes y docentes en procesos de transformación social.
Una de estas experiencias es la DiscoSopa, iniciativa implementada en el ITESO como parte de la Semana del Cuidado de la Tierra.
Este proyecto articula conocimientos de diversas disciplinas a través de una actividad inmersiva que visibiliza el problema del desperdicio de alimentos y promueve prácticas sostenibles. Consiste en recolectar excedentes alimenticios de mercados locales, clasificarlos y transformarlos en platillos que se comparten en un espacio de convivencia y reflexión comunitaria.
Su impacto va más allá del aprendizaje estudiantil, pues también fortalece la colaboración entre docentes de distintas disciplinas. Este tipo de proyectos integradores permiten que la enseñanza trascienda los límites de las asignaturas individuales, consolidando un modelo educativo comprometido con la realidad y orientado al desarrollo de competencias para la acción social.
El valor del aprendizaje interdisciplinario
DiscoSopa ha demostrado ser una oportunidad valiosa para que los estudiantes integren aprendizajes significativos al combinar teoría y práctica en un contexto real. Estudiantes de Ciencias de la Educación, quienes documentaron los alcances de esta experiencia en la formación académica y las prácticas de convivencia, identificaron que esta dinámica no solo propicia la reflexión sobre el problema del desperdicio de alimentos, sino que también favorece el desarrollo de habilidades como el trabajo en equipo, la gestión de recursos y la creatividad culinaria a partir de ingredientes recuperados.
De acuerdo con los resultados de la investigación sobre el impacto de este proyecto, el 75% de los 70 estudiantes que compartieron su experiencia mostraron una alta disposición a participar, motivados por su interés en la sustentabilidad y la vinculación de la actividad con su formación académica. Asimismo, entre los aprendizajes más relevantes que señalaron destacan la toma de conciencia sobre la pérdida de alimentos, la importancia del trabajo colaborativo y la capacidad de generar cambios a través de pequeñas acciones. Estos hallazgos evidencian que experiencias como DiscoSopa favorecen un aprendizaje significativo, reflexivo, situado y transferible, alineado con el Modelo Educativo del ITESO.

La colaboración docente: clave para la transformación educativa
Uno de los aspectos más valiosos de este proyecto es la coordinación entre docentes de diferentes disciplinas. La colaboración interdepartamental permite diseñar actividades que articulen conocimientos y metodologías diversas, lo que enriquece significativamente la experiencia de aprendizaje de los estudiantes. Además, propicia espacios de diálogo entre docentes para compartir estrategias y reflexiones en torno a la enseñanza de la sustentabilidad, la ecología y el cuidado de la casa común.
El papel de los docentes en este tipo de experiencias es fundamental, ya que su mediación facilita la conexión entre la teoría y la práctica, al mismo tiempo que orienta la reflexión crítica sobre la problemática abordada. En el caso de DiscoSopa, el acompañamiento docente fue identificado como un factor determinante en el proceso de aprendizaje, al brindar estructura, claridad y sentido a la actividad, promoviendo la participación activa de los estudiantes. Este tipo de iniciativas también invitan a los docentes a salir de los esquemas tradicionales y a explorar enfoques pedagógicos innovadores que fortalezcan la formación integral.
Semana del Cuidado de la Tierra: aprender en acción
DiscoSopa es solo una de las múltiples actividades que se llevan a cabo durante la Semana del Cuidado de la Tierra, una iniciativa universitaria que, en el marco del Día Mundial de la Tierra, busca generar conciencia y fomentar el compromiso socioambiental en la comunidad universitaria. A lo largo de una semana, se crea un espacio adecuado para que docentes y estudiantes colaboren en proyectos que trascienden el aula y se vinculan con problemas locales y globales.
Frente a la urgencia de la crisis climática y la desigualdad social, la educación superior tiene la responsabilidad de formar ciudadanos capaces de actuar con conciencia crítica y compromiso social. La Semana del Cuidado de la Tierra representa una oportunidad para que docentes de diversas disciplinas trabajen en conjunto para integrar la sustentabilidad y una perspectiva ecológica en los procesos formativos, a través de actividades que promueven la colaboración y el aprendizaje situado.

Construyamos una educación en sustentabilidad
Los resultados de DiscoSopa muestran que las experiencias inmersivas e interdisciplinarias fortalecen la convivencia, la motivación y la apropiación del aprendizaje. No obstante, aún queda un largo camino por recorrer para consolidar estas iniciativas como parte fundamental del quehacer educativo. Por ello, es fundamental que más docentes se involucren activamente y exploren nuevas formas de colaboración para abordar la sustentabilidad y el cuidado de la casa común de manera integral y transversal.
Participar en la Semana del Cuidado de la Tierra, o colaborar con otros profesores más allá de esta iniciativa para diseñar actividades interdisciplinares, puede abrir nuevas posibilidades para transformar la educación. Proyectos como DiscoSopa demuestran que es posible crear espacios de aprendizaje donde los estudiantes sean protagonistas de su formación, desarrollen una conciencia crítica sobre los problemas socioambientales y descubran su capacidad para incidir de manera activa en su entorno.
Desde la docencia, tenemos la oportunidad de convertir el aula en un laboratorio de transformación, donde la colaboración, la creatividad y la responsabilidad social sean los pilares del aprendizaje. La invitación está abierta: sumémonos a estas iniciativas y construyamos juntos una educación más justa, solidaria y comprometida con el cuidado de la Tierra.




