Nanosensores para la detección del papiloma humano y medición de la glucosa, una bebida de jamaica que contrarresta síntomas del COVID-19, análisis de las políticas públicas del estado en salud y el perfil de los estragos psicológicos que ha dejado la pandemia son algunas de las investigaciones que lidera nuestra universidad.
Se trata de proyectos destacados por su carácter interdisciplinario y en colaboración con distintas instituciones académicas, con incidencia directa en estrategias gubernamentales, en vinculación con la industria y que involucran la participación de estudiantes de licenciatura y posgrado.
Al tratar asuntos de salud, varios de ellos atienden parte de los efectos derivados de la pandemia como enfermedad y fenómeno social, así como la detección oportuna de otras enfermedades y el estudio de los sistemas de salud en Jalisco y México.
Como parte del compromiso de la universidad por poner el conocimiento al servicio de las personas, te presentamos estas cinco investigaciones que actualmente atienden problemáticas que afectan la realidad de millones de mexicanos desde la psicología, la nutrición, las políticas públicas y la nanotecnología.
Al cuidado de la salud mental
En abril de 2020, el ITESO emprendió una colaboración con el Gobierno de Jalisco en su estrategia Quererte en Casa, una línea de atención que ha servido para brindar información y orientación en situaciones de crisis, manejo emocional, así como canalizar casos de violencia intrafamiliar y contra la mujer. A más de dos años de trabajo en el que se involucraron profesores, académicos y estudiantes, la colaboración se ha mantenido en sus siguientes fases.
Derivado de ella, se planteó la investigación «Análisis de la discapacidad psicosocial y crisis durante la pandemia COVID-19 en el estado de Jalisco», con el objetivo de comprender los impactos psicológicos de la pandemia a través del análisis de las llamadas recibidas. «Muchas veces las decisiones son tomadas desde el escritorio de un gabinete, lejos de lo que realmente sucede con la gente. Lo que queremos es acercar esta información a quienes toman las decisiones para que los recursos se vayan a donde más se necesite», detalla Claudia Vega, académica y coordinadora de la investigación.
A un año de su arranque, la primera parte de la investigación se abocó al análisis del número de llamadas, la hora a las que se recibían, su comportamiento en relación con el registro de hospitalizaciones, defunciones y la llegada de las vacunas, entre otros factores. Hasta mediados de julio se contabilizaron 58 mil 760 llamadas recibidas en el 075.
Este verano comenzó una segunda etapa con el análisis de los contenidos de los audios, agrupando y clasificando el motivo de las llamadas, su comportamiento y el estudio de los perfiles y malestares psicológicos atendidos.
Nanotecnología para la diabetes
En 2018, investigadores del ITESO se propusieron la creación de un nanosensor que midiera los niveles de glucosa en pacientes de diabetes a partir de una muestra de saliva. Su desarrollo podría significar un gran avance en la prevención de la diabetes, pues aun cuando en México hay más de cuatro millones de personas diagnosticadas, en temas de prevención no existen cifras sobre la medición de la glucosa.
La investigación titulada «Fabricación de biosensores nanoestructurados no invasivos para el monitoreo periódico de glucosa para la detección oportuna de diabetes mellitus», recientemente concluyó su primera etapa, la cual se enfocó en encontrar la arquitectura ideal de los nanosensores. Este avance ha posibilitado maximizar la sensibilidad 15 veces más. Los resultados fueron presentados en la 2021 IEEE 21st International Conference on Nanotechnology y la XIV International Conference on Surfaces, Materials and Vacuum – 2021.
Para la segunda etapa se prevé la aplicación de un bioelemento que reaccione a la presencia de glucosa. Se calcula que sean dos años los que se lleve y se espera que para 2025 ya se tenga un producto comercializable. Para su continuación se extiende una invitación a estudiantes de posgrado a participar y beneficiarse de la experiencia de colaborar con investigadores de la universidad y externos.
«La universidad tiene la responsabilidad de poner sus conocimientos al servicio de su sociedad y esta investigación se enfoca en resolver desde la nanotecnología una problemática que afecta a millones de personas», subraya Elsie Araujo, investigadora y responsable del proyecto.
La salud como derecho humano
«Protección Social en Salud» es una línea de investigación que inició en 2013 y que hasta hoy ha tenido un objetivo claro: insistir en la urgencia de tener un sistema de salud en México de acceso universal. Bajo diferentes temáticas y colaboraciones, ésta se ha vinculado a otras investigaciones que abordan temas de vivienda, educación, derechos laborales y desigualdades, entre otros.
«La investigación de estos años ha sido para ilustrar los problemas que se derivan de tener un sistema de salud fragmentado, donde las personas acceden a los servicios en función de su estatus laboral y no en función de ejercer su derecho humano a la salud», señala Carlos Moreno, académico y coordinador.
Como parte de sus avances está por publicarse un capítulo dentro del libro «Jalisco, balance parcial 2018-2021: Diagnóstico, evaluación y recomendación de políticas públicas locales», coeditado por el Instituto de Estudios sobre Desigualdad y la organización Transversal. En su texto, el investigador detalla la manera en la que desapareció el Seguro Popular en Jalisco y la negativa del gobierno estatal de incorporarse al INSABI.
Además, durante el año más álgido de la pandemia se entrevistó a personal de salud en hospitales que atendieron de manera exclusiva a pacientes por COVID-19. A partir de estas entrevistas, se escribió un artículo, próximo a publicarse, sobre las historias de médicos, camilleros, enfermeros y enfermeras que trabajaron sin el equipo adecuado, bajo condiciones laborales de discriminación por parte la población e indiferencia de los directivos de los hospitales.
La jamaica hace frente al COVID-19
La jamaica es conocida no solo por ser una bebida fresca y como ingrediente en las cocinas mexicanas, además sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes son aprovechadas para aliviar padecimientos del sistema circulatorio, presión alta, colesterol y ahora podría considerarse como auxiliar en el tratamiento del COVID-19.
Edgar Mendivil e Ingrid Rivera, investigadores del ITESO, son los responsables del proyecto «Bebida de jamaica (Hibisscus sabdariffa) como potencial protector contra la enfermedad por SARS-COV-2», cuya finalidad es crear una bebida con la capacidad de regular las moléculas proinflamatorias en el cuerpo y mitigar los síntomas de enfermedades inflamatorias agudas como el coronavirus.
El proyecto comenzó con un estudio clínico sobre el efecto que tiene el consumo de una bebida tipo shot a base de jamaica e inulina de agave sobre los niveles de colesterol, triglicéridos y peso en pacientes con sobrepeso y obesidad.
En la siguiente etapa, el equipo de investigación se encargará de separar todos los compuestos bioactivos (sustancias químicas que se encuentran en alimentos) y evaluar los efectos sobre marcadores de inflamación y estrés oxidativo en las personas.
Detección oportuna del papiloma humano
El proyecto de investigación «Detección de VPH mediante biosensores de resonancia plasmónica» tiene por objetivo desarrollar un biosensor que emplee las propiedades del oro, a partir de sus nanopartículas que cambian de color al detectar la presencia del virus del papiloma humano, conocido como VPH.
Al tratarse de una enfermedad que afecta hasta un 80% de la población y que de no ser detectada y tratada en tiempo puede llegar a ser mortal, el biosensor se enfoca en el VPH tipo 16, siendo éste el más agresivo de todos. «Se trata de un problema nacional que está a punto de volverse equivalente a la diabetes», afirma David Mendoza, investigador y coordinador de la investigación.
Dado que las pruebas PCR que se utilizan normalmente son de origen coreano, este biosensor será a partir de una prueba endémica, lo que significará mayor fiabilidad y exactitud en los resultados. «La idea es que en un futuro sea una prueba que cualquiera pueda hacer desde su casa», declara el investigador. De ser así, el biosensor será el método de detección del VPH menos invasivo, rápido y confiable.
Estos son solo cinco ejemplos del rigor, la excelencia, la innovación y la vinculación con la que se trabaja para aportar soluciones tangibles e información pertinente para la toma de decisiones. Se trata de la representación tangible del compromiso de la universidad por proponer alternativas a las problemáticas locales y nacionales en materia de salud desde la labor académica interdisciplinaria de sus investigadores, profesores y estudiantes.